viernes, 18 de mayo de 2012

A pesar de todo («Spite ĉio»)


Rolf Beau, esperantista que posee una imponente y bien organizada colección de postales alemanas editadas en la lengua internacional, me pidió que hurgara en el Museu d'Esperanto de Subirats en busca de alguna posible contribución para su álbum virtual.

Entre las postales, encontré ésta, editada para divulgar el IX Congreso Internacional de SAT (Asociación Mundial Anacional), que se celebraría en agosto de 1929. En la postal aparece el lema «Spite ĉio» (A pesar de todo) y dos imágenes; abajo la de la Volkshaus de Leipzig y encima la misma construcción, «incendiada el 19 de marzo de 1920 por el ejército del Reich».


El golpe militar de Wolfgang Kapp del 13 de marzo de 1920 contra la República de Weimar puso al país al borde de la guerra civil. En Leipzig, el 14 de marzo, freikorps (paramilitares) abrieron fuego durante una manifestación obrera y mataron a  40 personas en la Augustusplatz. Los comunistas levantaron barricadas en diversas calles e izaron la bandera roja en la Volkshaus. Tras cinco días de combates, el 19 de marzo, las milicias de derechas incendiaron el edificio, último reducto de los comunistas.
En 1923 se reconstruyó un nuevo Volkshaus, más grande que el anterior. Después de la segunda guerra mundial, Leipzig formó parte de la República Democrática Alemana hasta la caída del muro en 1989 y la posterior reunificación de Alemania. El edificio del Volkshaus es hoy un bar.


La otra cara de la postal

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La postal la envió un tal H. Horing, de Leipzig, al «camarada» Félix Martín Triep, de Zaragoza. El remitente empieza por dar las gracias por el envío de «El Socialisto». Pese a que entonces se editaba en Austria la revista en esperanto La Socialisto, es más probable que se tratara de la revista española El Socialista, órgano oficial del PSOE que empezó a publicarse en 1886 y todavía se edita.  «En Alemania triunfa la reacción», se lamenta Horing. Se pregunta cuánto tiempo durará la situación y continúa:
Los proletarios, comunistas y socialistas saben responder. ¡Acción revolucionaria! La vil policía mató a 9 camaradas en una simple asamblea en Dresde. Cada día el terror fascista se cobra nuevas víctimas. Y por supuesto, la policía protege sus acciones; Hitler es canciller, pero también hay enemigos suyos en el gabinete. Creo que Alemania no estará como están Italia, Polonia o Hungría.

La postal (fechada «Leipzig, 6-1-33») está matasellada el 6 de febrero de 1933, es decir, justo después de que Hitler ocupara el poder en Alemania. La ciudad de Horing era entonces sede de EKRELO (Cooperativa de Edición de Literatura Revolucionaria en Esperanto) y de SAT. Ulrich Lins narra los sucesos ocurridos entonces en la ciudad:
En Leipzig la policía confiscó el stock de la editorial comunista EKRELO y detuvo a su editor Walter Kampfrad, mientras que la administración de la Sennacieca Asocio Tutmonda, que se encontraba en la misma ciudad, todavía logró enviar gran parte de sus posesiones a París antes de que a finales de 1933 se le prohibiera continuar funcionando.
La danĝera lingvo [El idioma peligroso], p. 101 

El XXV Congreso Universal de esperanto se celebró en agosto en Colonia y el alcalde nazi Günter Riesen (que había sucedido a Konrad Adenauer) se dirigió a casi mil congresistas de 32 países vestido con camisa parda y luciendo un brazalete con la esvástica. 

Publicidad del vigésimo quinto Congreso Universal en Colonia aparecido en Germana Esperantisto

En el año 1933, Behrendt, gvidanto de la Germana Esperanto-Asocio, tradujo en las páginas de Germana Esperantisto un discurso del Führer («La mondo atentu: parolas Adolf Hitler!»), en la revista se llegó a citar Mein Kampf y numerosos artículos terminaban con un Heil Hitler. (Tres años más tarde Germana Esperantisto y también la Germana Esperanto-Asocio desaparecieron como consecuencia de un decreto de Heinrich Himmler.)

H. Horing no terminaba con un Heil Hitler, sino que se despedía «con saludos revolucionarios». La postal se envió a la calle Democracia de Zaragoza. Entonces España vivía en el llamado «bienio social» de la Segunda República y Manuel Azaña presidía un gobierno respaldado por una coalición de izquierdas. Tras la victoria de Franco y el final de la guerra civil, la calle donde residía el esperantista Félix Martín pasó a llamarse calle Predicadores, el nombre actual. 

En Zaragoza, ciudad que en esos tiempos rondaba los 200.000 habitantes, existían en la década de 1930 diversos grupos esperantistas: Frateco, fundado en el año 1908, Zaragoza Esperantista (escindido de Frateco en 1930) y otras asociaciones no neutrales como la libertaria Kultura Klubo, la Esperantista Laborista Grupo, el Ateneo Popular, el Ateneo Racionalista, el Grupo Socialista Esperantista y el Grupo Esperanza y Paz.

Ya durante la guerra, los clubes esperantistas desaparecieron en toda la zona controlada por los sublevados y sólo Frateco sobrevivió, porque estaba presidida por Ramón de Salas, militar del bando vencedor.

Cuarenta y cuatro años después de la postal enviada por H. Horing (de Leipzig) a Félix Martín Triep, después de una guerra civil y otra mundial, y después de una larguísima dictadura en España, en diciembre de 1977 de nuevo puede leerse el nombre del esperantista zaragozano y su aportación de 100 pesetas al la Boletín de la Federación Española de Esperanto.  «Spite ĉio.» A pesar de todo.

Boletín, n-ro 223-224, diciembre 1977


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Belege teksita dokument-novelo!

desespero dijo...

Dankon, Manolo.